La historia de Porto Azzurro, previamente conocido como Puerto Longone, no solo está marcada por la ocupación española en el siglo XVII, sino que también tiene raíces mucho más profundas en la antigüedad, evidenciadas por los numerosos hallazgos de barcos romanos y la notable necrópolis de Buraccio.
1. Hallazgos Romanos y Etruscos en Porto Azzurro
1.1 Barcos Romanos
La bahía de Porto Azzurro, debido a su ubicación estratégica y resguardada, ha sido un punto de interés para marineros y comerciantes desde la antigüedad. Las exploraciones arqueológicas submarinas han revelado docenas de restos de barcos romanos en el área. Estos hallazgos incluyen no solo las embarcaciones en sí, sino también una variedad de artefactos como ánforas, cerámicas y otros objetos que ofrecen una visión de la vida y el comercio en tiempos romanos.
Estos barcos transportaban una diversidad de mercancías, reflejando la intensa actividad comercial y la importancia del puerto en las rutas marítimas del Mediterráneo. El comercio de vino, aceite de oliva, y otros productos era común, y estos hallazgos subrayan la relevancia de Elba como un punto de transbordo y comercio en la red marítima romana.
2. Necrópolis de Buraccio
Uno de los sitios arqueológicos más importantes de la región es la necrópolis de Buraccio, ubicada cerca de Porto Azzurro. Esta necrópolis contiene tumbas que datan de la época etrusca, lo que indica la presencia de una civilización avanzada en la isla antes de la dominación romana.
Las tumbas etruscas de Buraccio son notables por sus construcciones y los objetos encontrados en ellas, como urnas funerarias, objetos personales y ofrendas. Estos hallazgos proporcionan una visión detallada de las prácticas funerarias etruscas y su cultura.
2.1 Origen de los Nobles en Trequanda (Siena)
Existe una interesante conexión entre los hallazgos en la necrópolis de Buraccio y los nobles que posiblemente tenían su origen en Trequanda, una localidad en la provincia de Siena. En Trequanda, también se han encontrado muchas inscripciones con el gentilicium PETRUS, sugiriendo que algunas de las familias nobles etruscas que residieron en la Isla de Elba podrían haber tenido sus raíces en esta región de la Toscana.
Las inscripciones en Trequanda reflejan la presencia de una comunidad notable y probablemente influyente. El nombre PETRUS, común en las inscripciones, podría indicar una familia prominente que, a través del tiempo, se desplazó y estableció vínculos en diferentes partes de la región, incluyendo la Isla de Elba.
2.3. Conexiones Históricas y Culturales
La conexión entre Porto Azzurro y Trequanda subraya la movilidad y las relaciones entre diferentes comunidades en la antigüedad. Estas conexiones refuerzan la idea de que las élites etruscas y romanas mantenían redes extensas que abarcaban varias regiones, facilitando no solo el comercio sino también la difusión cultural y social.
2.4. Legado Arqueológico
Los hallazgos arqueológicos en Porto Azzurro y Trequanda proporcionan una valiosa visión de las civilizaciones que habitaron estas áreas y sus interacciones. Hoy en día, estos sitios son de gran interés histórico y arqueológico, atrayendo a investigadores y turistas interesados en explorar el rico pasado de la región.
Porto Azzurro no solo es un testimonio de la ocupación española en el siglo XVII, sino también un lugar donde se puede rastrear la presencia y la influencia de las antiguas civilizaciones etruscas y romanas, destacando su importancia continua a lo largo de los milenios.
Puerto Longone, conocido hoy como Porto Azzurro, es una localidad en la Isla de Elba que tiene una rica historia de ocupación española en el siglo XVII. La historia de los españoles en Puerto Longone comienza en un contexto de intensas rivalidades y conflictos europeos, en particular entre las potencias marítimas del Mediterráneo.
3. Contexto Histórico
Durante el siglo XVII, la Isla de Elba tenía una importancia estratégica en el Mediterráneo debido a su ubicación y sus recursos minerales. Controlar Elba significaba tener una ventaja en el comercio y en la defensa contra los piratas y las potencias enemigas. En esta época, la isla estuvo bajo el control del Gran Ducado de Toscana, aunque su posesión fue disputada por otras potencias, como España y Francia.
3.1. La Llegada de los Españoles
En 1603, el Reino de España, bajo el dominio de Felipe III, decidió fortificar su presencia en el Mediterráneo. Como parte de esta estrategia, las tropas españolas, comandadas por Don Giovanni de’ Medici, ocuparon la bahía de Longone en la Isla de Elba. Giovanni de’ Medici, a pesar de ser un ingeniero militar y arquitecto renombrado, era conocido por su capacidad estratégica y liderazgo militar.
3.2. Construcción del Fuerte San Giacomo y Fuerte Focardo
Uno de los primeros actos de los españoles fue la construcción de una formidable fortaleza para proteger el puerto y la isla. Entre 1603 y 1604, Don Giovanni de’ Medici dirigió la construcción del Fuerte San Giacomo, también conocido como el Castillo de San Tiago, que se convirtió en una de las estructuras defensivas más importantes de la isla. Este fuerte fue diseñado con las técnicas más avanzadas de fortificación de la época, incluyendo muros gruesos, bastiones en ángulo para maximizar la defensa y un sistema de comunicación interno eficiente.
Poco después, también se construyó el Fuerte Focardo, otra fortaleza estratégica en la costa oriental de la isla. Estos fuertes no solo servían para proteger el puerto y la isla de los ataques de piratas y otras fuerzas enemigas, sino que también reforzaban el control español sobre el comercio marítimo en el Mediterráneo.
4. La Vida en Puerto Longone
Bajo el dominio español, Puerto Longone se convirtió en una pequeña pero significativa guarnición militar. La vida en el puerto giraba en torno a las actividades militares y el comercio. La presencia española trajo consigo influencias culturales, arquitectónicas y administrativas que dejaron una huella duradera en la región. Las fortificaciones españolas mejoraron la seguridad y facilitaron el desarrollo económico de la isla, aunque también implicaron una militarización significativa de la vida cotidiana.
4.1. Conflictos y Cambios de Poder
A lo largo del siglo XVII, la situación en la Isla de Elba continuó siendo tensa y cambiante. Los españoles tuvieron que defender repetidamente Puerto Longone y sus fortificaciones contra los ataques de piratas y las incursiones de otras potencias europeas, como los franceses y los holandeses. En 1646, durante la Guerra de los Treinta Años, las fuerzas francesas intentaron apoderarse de Puerto Longone, pero los españoles lograron resistir y mantener el control de la fortaleza.
4.2. El Final del Dominio Español
El dominio español en la Isla de Elba no fue eterno. A finales del siglo XVII y principios del XVIII, el equilibrio de poder en Europa comenzó a cambiar. Tras varios tratados y cambios políticos, el control de la isla eventualmente pasó a manos de otras potencias europeas. Sin embargo, las fortificaciones construidas por los españoles, especialmente el Fuerte San Giacomo y el Fuerte Focardo, permanecieron como testimonio de su influencia y de su estrategia defensiva en el Mediterráneo.
5. Legado
Hoy en día, Porto Azzurro, el antiguo Puerto Longone, conserva gran parte de su herencia española. Las fortificaciones son un importante atractivo turístico y un recordatorio de la época en que España desempeñó un papel crucial en la defensa y el control del Mediterráneo. La historia de los españoles en Puerto Longone es un capítulo significativo en la rica historia de la Isla de Elba y su importancia estratégica en el Mediterráneo.
